Buterin trabajó con destacadas figuras contemporáneas del mundo de las criptodivisas, como Joseph Lubin y Charles Hoskinson, en los primeros momentos del desarrollo de Ethereum y, en julio de 2014, Ethereum recaudó 14 millones de dólares en su venta masiva. Ethereum se puso en marcha oficialmente en julio de 2015 con su versión Homestead, lo que supuso la aparición de la primera plataforma de contratos inteligentes Turing completa.
Sin embargo, Ethereum tuvo problemas rápidamente cuando The DAO, un fondo de capital de riesgo comunitario dirigido por inversores, perdió unos 150 millones de dólares en un hackeo en junio de 2016. En lo que se ha convertido en un momento decisivo para el sector de las criptodivisas, dos bandos surgieron tras el desastre.
En uno estaban Buterin y la comunidad que quería un hard fork en el protocolo para recuperar los fondos robados en el hack. En el otro, los miembros de la comunidad que defendían que “el código es la ley” y que consideraban que cualquier hard fork contravendría los principios fundamentales de Ethereum. Finalmente, la cadena de bloques se bifurcó: el bando de Buterin pasó a ser Ethereum y el otro, Ethereum Classic.
Diseño y contratos inteligentes de Ethereum
Ethereum es una plataforma de contratos inteligentes en la que los contratos se codifican en el lenguaje de programación Solidity o en el lenguaje experimental Vyper. El cliente primario de Ethereum está escrito en Golang. Ethereum utiliza un modelo basado en cuentas, y no el conjunto UTXO de Bitcoin, debido a consideraciones de diseño específicas.
Ethereum se convirtió rápidamente en la base de la locura de las ICO de 2017 y fue la infraestructura estandarizada que se usó en el lanzamiento de los tokens ERC-20 y de innumerables proyectos cuyo objetivo era convertirse en el siguiente gran éxito. Varias aplicaciones descentralizadas (dApps) plantearon interesantes estudios de caso sobre lo que era posible con la ejecución de “aplicaciones imparables” en la red, pero, finalmente, la burbuja de las ICO explotó y la comunidad de Ethereum pasó a dedicar su atención a los inminentes problemas de aumento de escala.
En la actualidad, Ethereum es una red de cadena de bloques de consenso de prueba de trabajo, como Bitcoin, y las dudas sobre su capacidad para satisfacer las demandas de red de una nueva generación de dApps que se ejecutarán en ella ha dado pie a acalorados debates sobre el futuro de la plataforma.
Se han incorporado diferentes innovaciones propuestas, desde Plasma hasta Dappchains, pero el plan de programación generalmente aceptado para la plataforma de contratos inteligentes heredada se conoce ahora como Ethereum 2.0 o Serenity.
Ethereum 2.0 y el futuro
Buterin ha cedido protagonismo a medida que ha ido floreciendo la comunidad de desarrollo de Ethereum. A principios de 2019, el concepto de open finance (es decir, las DeFi) se convirtió en un aspecto central de la plataforma debido al aumento de popularidad de algunos proyectos, como MakerDAO y Compound Finance.
Sin embargo, los problemas de escala persisten y Ethereum está realizando en estos momentos su muy esperada transición para convertirse en una red de prueba de participación (PoS) capaz de satisfacer las demandas de la red. Para poner en práctica el plan de programación que la llevará hasta Serenity, el destino en último término de un Ethereum con PoS dividido en shards, la comunidad ha dado recientemente un paso adelante con su actualización "Constantinople".
Está previsto que la codificación de Ethereum 2.0 finalice este verano boreal, con lo que Ethereum se unirá a una clase de redes de cadena de bloques PoS emergentes en las que convergen la capacidad de aumento de escala y la interoperabilidad. Ethereum es un gigante de la comunidad de las criptodivisas, por lo que es seguro que su futuro desempeñará un papel fundamental en todo el ecosistema. Potentes factores externos influirán en el rumbo futuro de la tecnología subyacente.